Las gachas manchegas es uno de esos platos más típicos de esta tierra. Especialmente cuando llega el frío es cuando parece que apetece más encender la lumbre y arrimarse todos a comer directamente de la sartén armados con nuestro tenedor y un buen trozo de pan.

Las gachas manchegas, aunque es un plato que inicialmente es fácil de preparar, tiene su truquillo y necesita buena mano para su preparación.
Los ingredientes que vamos a necesitar son los siguientes:
- 2 cucharadas de harina de almorta, también llamada de guijas o pitos;
- 200 gr de mesao y/o panceta de cerdo fresca;
- 3 chorizos frescos;
- 4-5 dientes de ajo;
- Aceite de oliva virgen extra;
- 1 cucharada de pimentón;
- 2 tazas de agua;
- Sal.
Ponemos bastante aceite, 1 taza más o menos, en una sartén honda en el fuego y se añaden los ajos partidos por la mitad y pelados. Cuando están dorados se apartan en un plato.

Después, sobre el mismo aceite, se fríe el mesao troceado y los chorizos troceados, una vez han dorado se apartan en una fuente.
Retiramos un poco de aceite, lo colamos, por si hubiera quedado algún resto, y echamos la harina de almortas con el fuego bajo; aproximadamente una cuchara por comensal.

Vamos removiendo y tostando finamente la harina y añadimos en este momento el pimentón, no dejando que éste se queme. Echamos el agua sin dejar de remover para evitar los grumos y subimos el fuego o acercamos la sartén algo más a la lumbre.
Cuando empiece a espesar vamos rectificando de sal y agua.
Una vez que vemos el gorgoteo en la sartén le añadimos los ajos junto al mesao y los chorizos que habíamos apartado previamente.

Y ya están listas para comer, pero no olvides que hay que comerlas en caliente, recién preparadas, y si os apetece, acompañarlas de un buen vino tinto.