Son muchos los años que he ido a la vendimia, en familia, y nunca ha faltado para almorzar unas buenas migas manchegas. Esta es una receta sencilla, bien conocida entre los monteros y que, junto con otros platos, sirve para reponer fuerzas y afrontar un duro día de faena.

Como en toda nuestra geografía, los mejores platos siempre llevan algún producto de la tierra. Este es el caso de las migas, que como mejor las acompañamos en Valdepeñas es con uvas de vendimia (por lo que son durante los meses de septiembre y octubre cuando son más habituales), aunque también cabe decir que las he visto acompañadas de viandas tan curiosas como el melón o las sardinas cubanas.

Los ingredientes para su elaboración son los siguientes:
- 1 pan blanco, de 1 ó 2 días antes, a ser posible pan de Cruz, que por su consistencia en la miga lo hace el más adecuado;
- 4 lonchas de panceta (o «mesao»);
- 3 chorizos;
- 1 cabeza de ajos;
- 1 pimiento rojo o verde (opcional);
- ½ vaso de aceite de oliva;
- Agua.

La noche antes cortamos el pan en pequeños trozos o dados y lo humedecemos ligeramente rociándolo con agua. Luego lo tapamos con un trapo de algodón para que no pierda la humedad.
Al día siguiente, ponemos en una sartén honda el aceite a calentar, y cuando éste empiece a humear, freímos la panceta y el chorizo previamente troceados. Una vez han dorado los reservamos en una fuente.
En el mismo aceite sofreímos los ajos; éstos los echaremos sin pelar y con un simple machacón de cuchillo para que no se abran del todo. En este punto podemos añadir el pimiento troceado en grandes trozos para añadir sabor, pero éste es opcional. Una vez fritos los apartamos con los chorizos y la panceta.
En la misma sartén donde hemos sofrito todo lo anterior, bajamos el fuego a la mitad y echamos el pan que tenemos picado, los ajos sofritos y salpicamos un poco de agua, no parando de remover y voltear el pan con el cucharón. Poco a poco el pan se irá dorando y soltando.

Una vez doradas las migas de pan añadimos los tropezones, es decir, la panceta y los chorizos y apagamos el fuego tras darle un par de vueltas para que cojan el gusto.

Ya están listas para coger la cuchara y un buen racimo de uvas y empezar a deleitarse con este manjar.