Ahora que va llegando el buen tiempo, el pipirrana es un plato muy recomendable que se sirve frío. A mí me trae recuerdos de las comidas en el campo los domingos.
Pipirrana
Se recomienda su elaboración al menos 24 horas antes de su consumo, para que los sabores de los diferentes ingredientes se fundan en una sabrosa armonía.
Para disponernos a su preparación primero hemos de tener preparados todos los ingredientes.
3 ó 4 cebolletas tiernas, si son del terreno mucho mejor,
Aceitunas verdes al gusto,
Atún envasado, yo lo prefiero al natural,
2 huevos cocidos,
1.5 kg de tomate natural de bote,
Y aceite de oliva y sal.
Cocemos los 2 huevos al gusto y una vez terminados los pasamos por agua fría y los picamos. En un bol grande vaciamos la lata de tomate troceado, picamos las cebolletas y esmigamos el atún. A todo esto le añadimos el huevo picado y las aceitunas (habrá a quien les guste encontrárselas enteras, pero yo con niños las troceo en 4 partes).
Cuando ya tenemos todo en el bol echamos la sal y regamos bien de un buen aceite de oliva virgen extra.
Rico rico, y más con un buen pan; aunque sea del día anterior.
¿Qué hay más típico que un plato de torrijas en Semana Santa?, aunque también puedes hacerlo cuando tengas una barra de pan asentado y quieras hacer cocina de aprovechamiento.
Plato de torrijas
A mi me trae infinidad de recuerdos al ser mi abuela la primera en prepararlas llegando estas fechas y con lo que disfrutaba deleitarnos en las juntas familiares. Calientes o frías, no quedaba ninguna en el plato.
Para disponernos a su preparación primero hemos de tener preparados todos los ingredientes:
1 barra de pan asentado,
½ litro de leche,
2 huevos,
Canela en rama y en polvo,
La cáscara de 1 naranja y de 1 limón,
1 litro de aceite de oliva,
Azúcar, puede ser blanca o morena.
Ponemos a calentar la leche con una cucharada de azúcar y un poco de canela en polvo para que se aromatice y coja sabor. Al tiempo ponemos a freír el aceite con una rama de canela y las cáscaras del limón y la naranja, éste se va a aromatizar y dar un sabor riquísimo a las torrijas, cuando las cáscaras empiecen a coger dorado se retiran junto a la canela.
Elaboración de las torrijas
Por otro lado, batimos los huevos y los reservamos en un bol donde poder dar la vuelta a la torrija. También cortamos la barra en rebanadas de un dedo y medio de grosor y preparamos en un plato aparte azúcar y canela.
Una vez todo preparado y la leche tibia, ésta se aparta en una fuente que de la altura de 3-4 cm.
Remojo de las torrijas
Comenzamos remojando el pan en la leche, sin que este llegue a ablandarse. De aquí lo pasamos al huevo por ambas caras y directa a la sartén hasta que se dore por ambos lados.
Cuando ya está dorada la apartamos y dejamos escurrir el aceite, posteriormente las pasamos por el plato donde tenemos el azúcar con canela y ya tenemos preparada la delicia más dulce de Semana Santa.
Las gachas manchegas es uno de esos platos más típicos de esta tierra. Especialmente cuando llega el frío es cuando parece que apetece más encender la lumbre y arrimarse todos a comer directamente de la sartén armados con nuestro tenedor y un buen trozo de pan.
Preparando la lumbre para las gachas
Las gachas manchegas, aunque es un plato que inicialmente es fácil de preparar, tiene su truquillo y necesita buena mano para su preparación.
Los ingredientes que vamos a necesitar son los siguientes:
2 cucharadas de harina de almorta, también llamada de guijas o pitos;
200 gr de mesao y/o panceta de cerdo fresca;
3 chorizos frescos;
4-5 dientes de ajo;
Aceite de oliva virgen extra;
1 cucharada de pimentón;
2 tazas de agua;
Sal.
Ponemos bastante aceite, 1 taza más o menos, en una sartén honda en el fuego y se añaden los ajos partidos por la mitad y pelados. Cuando están dorados se apartan en un plato.
Chorizo y Panceta (o «Mesao»)
Después, sobre el mismo aceite, se fríe el mesao troceado y
los chorizos troceados, una vez han dorado se apartan en una fuente.
Retiramos un poco de aceite, lo colamos, por si hubiera quedado algún resto, y echamos la harina de almortas con el fuego bajo; aproximadamente una cuchara por comensal.
Sartén de gachas
Vamos removiendo y tostando finamente la harina y añadimos en este momento el pimentón, no dejando que éste se queme. Echamos el agua sin dejar de remover para evitar los grumos y subimos el fuego o acercamos la sartén algo más a la lumbre.
Cuando empiece a espesar vamos rectificando de sal y agua.
Una vez que vemos el gorgoteo en la sartén le añadimos los ajos junto al mesao y los chorizos que habíamos apartado previamente.
Gachas, pan y vino
Y ya están listas para comer, pero no olvides que hay que comerlas en caliente, recién preparadas, y si os apetece, acompañarlas de un buen vino tinto.
Ya se acerca la Festividad de los Santos y como en otros lugares, aquí en Valdepeñas también tenemos nuestros platos y dulces típicos de estas fechas. En concreto, nosotros os vamos a hablar de los nuégados, ¿»nue… qué? me dicen los turistas cuando les hablo de ellos.
Nuegados por los Santos
Pues es un plato más que entretenido de elaborar, que reúne a la familia, desde grandes a pequeños, entorno a los fogones.
Para proceder a su preparación primero hemos de tener sobre
la encimera los siguientes ingredientes:
½ docena de huevos;
1 taza de desayuno de aceite de oliva previamente frito;
1 taza de desayuno de vino de Valdepeñas;
½ taza de desayuno de aguardiente o anís;
½ taza de azúcar;
1 y ¼ kg de harina blanca;
1 sobre de levadura;
1 y ½ kg de miel, mejor pura y sin refinar.
Ingredientes para los nuegados
Primeramente, mezclamos los huevos batidos, la harina y la levadura, ya tamizadas. También añadimos la parte líquida: el vino, el aguardiente, el aceite y por último el azúcar. Vamos trabajando la masa hasta que se pueda moldear fácilmente y la dejamos reposar alrededor de una hora bien tapada con un paño de algodón.
Ahora es el momento de reunir a los más pequeños que nos van a ser de gran ayuda al tiempo que ellos se lo van a pasar en grande. Espolvoreamos harina sobre una mesa y vamos cogiendo trozos de masa para ir haciendo tiras largas y finas, las cuales vamos a cortar en daditos pequeños con ayuda de unas tijeras.
Elaboración en familia de nuegados
Ponemos bastante aceite en una sartén honda en el fuego, en el que iremos friendo los daditos, los cuales van a engordar e irán dorando. Una vez hayan cogido este tono dorado los vamos sacando de la sartén y escurriendo bien de aceite.
Mientras tanto en otra sartén aparte hemos puesto la miel para ir calentándola y que se vaya haciendo líquida, a proporción de 1 taza de miel por cada 4 de bolitas. Cuando la miel esté en su punto, vamos echando los daditos ya fritos y vamos removiendo para que todos tomen la miel por igual.
Nuegados en la sartén
Cuando veamos que la miel y los daditos son todo uno, los
vamos sacando con la espumadera y dando forma sobre un plato previamente
engrasado. Para poder manejarlos hemos de tener las manos mojadas. Y por
último, antes de que endurezca la miel, echamos por encima anises pequeños de
colores para decorar.
Lo más típico es darle forma de corona, aunque también los encontramos con forma alargada.
Ya sólo nos queda disfrutar de ellos. ¡Buen provecho!
Son muchos los años que he ido a la vendimia, en familia, y nunca ha faltado para almorzar unas buenas migas manchegas. Esta es una receta sencilla, bien conocida entre los monteros y que, junto con otros platos, sirve para reponer fuerzas y afrontar un duro día de faena.
Vendimiando en familia
Como en toda nuestra geografía, los mejores platos siempre llevan algún producto de la tierra. Este es el caso de las migas, que como mejor las acompañamos en Valdepeñas es con uvas de vendimia (por lo que son durante los meses de septiembre y octubre cuando son más habituales), aunque también cabe decir que las he visto acompañadas de viandas tan curiosas como el melón o las sardinas cubanas.
Racimo de uvas de vendimia
Los ingredientes para su elaboración son los siguientes:
1 pan blanco, de 1 ó 2 días antes, a ser posible pan de Cruz, que por su consistencia en la miga lo hace el más adecuado;
4 lonchas de panceta (o «mesao»);
3 chorizos;
1 cabeza de ajos;
1 pimiento rojo o verde (opcional);
½ vaso de aceite de oliva;
Agua.
Pan de Cruz de Coronado
La noche antes cortamos el pan en pequeños trozos o dados y lo humedecemos ligeramente rociándolo con agua. Luego lo tapamos con un trapo de algodón para que no pierda la humedad.
Al día siguiente, ponemos en una sartén honda el aceite a calentar, y cuando éste empiece a humear, freímos la panceta y el chorizo previamente troceados. Una vez han dorado los reservamos en una fuente.
En el mismo aceite sofreímos los ajos; éstos los echaremos sin pelar y con un simple machacón de cuchillo para que no se abran del todo. En este punto podemos añadir el pimiento troceado en grandes trozos para añadir sabor, pero éste es opcional. Una vez fritos los apartamos con los chorizos y la panceta.
En la misma sartén donde hemos sofrito todo lo anterior, bajamos el fuego a la mitad y echamos el pan que tenemos picado, los ajos sofritos y salpicamos un poco de agua, no parando de remover y voltear el pan con el cucharón. Poco a poco el pan se irá dorando y soltando.
Migas en la sartén
Una vez doradas las migas de pan añadimos los tropezones, es decir, la panceta y los chorizos y apagamos el fuego tras darle un par de vueltas para que cojan el gusto.
Chorizo y Panceta (o «Mesao»)
Ya están listas
para coger la cuchara y un buen racimo de uvas y empezar a deleitarse con este
manjar.
Hace un par de años, de visita por Almagro, hicimos parada en el restaurante del Parador de esta localidad, conocida por su Corral de Comedias y Festival de Teatro.
Corral de Comedias de Almagro
Como en toda nuestra geografía, los mejores platos siempre llevan algún producto asociado de la tierra; en esta caso, estando en Almagro, ese producto es la Berenjena, que nos permite preparar diferentes platos además de poder consumirla como aperitivo.
Berenjena de Almagro
La ensalada de pimientos rojos, con ventresca y berenjena de Almagro nos pareció una propuesta curiosa, fácil de elaborar y simplemente deliciosa.
Los ingredientes para su elaboración son los siguientes:
1 berenjena encurtida de Almagro.
1 lata de ventresca en aceite de oliva.
1 cebolleta tierna.
1 ó 2 pimientos asados.
Aceite de Oliva Virgen Extra y sal al gusto.
Cortamos en tiras el pimiento rojo asado y laminamos en juliana la cebolleta, mezclamos ambos ingredientes y los ponemos como base del plato.
A continuación, escurrimos la ventresca y la desmenuzamos en trozos grandes que irán colocados sobre el pimiento.
Decoramos con la berenjena encurtida cortada en láminas y que nos va a aportar el toque ácido al plato.
Ensalada de Pimientos Rojos, Ventresca y Berenjena de Almagro.
Como culmen, salpimentamos a ser posible con sal gruesa y regamos con un buen AOVE de los campos de Montiel o de Calatrava.
Ahora solo nos queda disfrutar de tan veraniego y sabroso primer plato acompañado con un vino rosado garnacha.
Este plato, es típico de Semana Santa pero también muy recomendable en verano al ser un plato frío. Me trae infinidad de recuerdos al ser mi padre el que mejor lo preparaba en casa, y con el que disfrutaba deleitarnos en las juntas familiares.
Tiznao
Siempre es recomendable prepararlo al menos 24 horas antes de su consumo para que los sabores de los diferentes ingredientes se fundan en una sabrosa armonía.
Para disponernos a su preparación, primero hemos de tener preparados todos los ingredientes, y en la época de verano son muy fáciles de encontrar:
3 ó 4 cebolletas tiernas, preferiblemente del terreno.
1 cabeza de ajos (a nosotros nos gustan de las Pedroñeras o alrededores).
½ kg de bacalao seco en trozos.
1 pimiento rojo; si es seco mejor.
1.5 kg de tomate natural de bote.
Y aceite de oliva virgen extra.
La sal ya nos la proporciona el bacalao.
Retiramos un poco la sal del bacalao y se asa a la parrilla o plancha junto con las cebolletas tiernas, la cabeza de ajos y el pimiento rojo.
Al mismo tiempo, en una fuente echamos el tomate con algo de caldo y lo picamos muy troceadito.
Cuando ya tenemos todo asado se pelan las cebolletas y los ajos, retiramos la piel y espinas al bacalao, y lo picamos todo, incluidos los pimientos.
Una vez todo preparado, se mezclan ambas preparaciones y se riega con un buen aceite de oliva virgen extra (AOVE) de la tierra, removiendo para que se mezcle.
Se deja reposar durante 24 horas en la nevera y ya estará listo para servir.
Se puede acompañar de un buen pan de cruz y un vino blanco airén de Valdepeñas.